viernes, 13 de marzo de 2009

Realismo 1799- 1850

El realismo literario es una corriente del escritor y contertulio francés Jules Champfleury (1821-1889), el por primera vez definió su arte como ' realista '. El realismo literario se encuentra inscrito dentro de un movimiento más grande que afecta también a las artes plásticas, al cine (Neorrealismo), a la fotografía (que nació con él en el siglo XIX), y a la filosofía de la ciencia (Popper y Mario Bunge). Las obras realistas pretenden narrar documentalmente la sociedad de la época y los ambientes más cercanos al escritor, en oposición a la estética del Romanticismo, que se complacía en ambientaciones exóticas y personajes poco corrientes y extravagantes. La estética del Realismo, fascinada por los avances de la ciencia, intenta hacer de la literatura un documento que nos pueda servir de testimonio sobre la sociedad de su época, a la manera de la recién nacida fotografía. Por ello describe todo lo normal y típico y prefiere los personajes groseros y corrientes, de los que toma buenos apuntes a través de cuadernos de observación, a los personajes extravagantes o insólitos típicos del anterior Romanticismo. Esta estética propugna a su vez una ética, una moral fundamentada en la moderación y síntesis de cualquier contradicción, la objetividad y el materialismo.

En cuanto a los procedimientos literarios del Realismo, son característicos el abuso de la descripción detallada y prolija, enumeraciones y sustantivos concretos; el uso del párrafo largo y complejo provisto de abundante subordinación, la reproducción casi magnetofónica del habla popular, tal cual se pronunciaba y sin corrección alguna que pretenda idealizarla, y el uso de un estilo poco caracterizado, un lenguaje "invisible" que exprese personajes, hechos y situaciones objetivamente sin llamar la atención sobre el escritor.

Al igual que el Romanticismo, el Realismo tuvo dos corrientes, una conservadora, que alababa las viejas costumbres populares (José María de Pereda, Juan Valera), y otra progresista, caracterizada por la denuncia social (Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas "Clarín").

Caracteristicas:

Los rasgos fundamentales del Realismo son los siguientes:

  • Procura mostrar en las obras una reproducción fiel y exacta de la realidad.
  • Hace un uso minucioso de la descripción, para mostrar perfiles exactos de los temas, personajes, situaciones e incluso lugares; lo cotidiano y no lo exótico es el tema central, exponiendo problemas políticos, humanos y sociales.
  • Rechaza el sentimentalismo, muestra al hombre objetivamente pues da toques de una realidad cruda.
  • El lenguaje utilizado en las obras es coloquial y crítico, ya que expresa el habla común y corriente.
  • Así como rechaza lo sentimental, de igual forma lo espiritual, dando como resultados toques individualistas.
  • Las obras muestran una relación mediata entre las personas y su entorno económico y social, del cual son exponente; la historia muestra a los personajes como testimonio de una época, una clase social, un oficio, etc.
  • Temas relacionados con los problemas de la existencia humana.
  • El autor analiza, reproduce y denuncia los males que aquejan a su sociedad.
  • Transmitir ideas de la forma más verídica y objetiva posible.
  • En pocas palabras el realismo pretende reflejar la verdad tal y como es.
  • Los sucesos narrados eran tan "reales" que se asemejaban mucho a las crónicas de la vida cotidiana tomadas de los diarios o narradas por testigos oculares.
II.El romanticismo literario en España

  • EL ROMANTICISMO EN ESPAÑA

Pese a que el Siglo de Oro español había servido de inspiración y modelo a escritores románticos de otros países, España no alumbró autores románticos significativos hasta la década de 1830. Su desarrollo está condicionado por la situación política marcada por el absolutismo de Fernado VII.

El romanticismo fue introducido con éxito en el teatro español por Ángel de Saavedra, duque de Rivas, con Don Álvaro o la fuerza del sino (1835). Discípulo del duque de Rivas fue el poeta y dramaturgo José Zorrilla, quien comparte con aquél el mérito de haber recuperado los temas legendarios e históricos en brillantes poemas narrativos. El espíritu romántico de rebeldía está representado por José de Espronceda, considerado pro algunos críticos como el mejor poeta español de este periodo. Para muchos, la obra de Espronceda se ve superada por la de Gustavo Adolfo Bécquer, quien quizá compuso los poemas románticos más delicados de la lengua española.

La prosa romántica de más calidad se encuentra en los escritos de los costumbristas, autores que describieron al pueblo y sus costumbres desde una nueva perspectiva. Este tipo de prosa está impregnada de un afilado tono satírico en los artículos de Mariano José de Larra, que también escribió varias obras teatrales y una novela. Si bien sus obras no figuran entre las más destacadas de los escritores románticos españoles, Larra fue uno de los autores más interesantes de ese periodo, debido a lo atormentado de su existencia y al alto grado de introspección que alcanza en su obra.


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